La Cuenca del Golfo San Jorge también padece secuelas de la actividad industrial

La Cuenca del Golfo San Jorge también padece secuelas de la actividad industrial
El progreso del hombre y la necesidad constante de generar nuevas riquezas a corto plazo han llevado a un deterioro ambiental difícil de contrarrestar. En el caso de esta región, la actividad petrolera y la producción ganadera influyen sobre el ecosistema de la Cuenca del Golfo San Jorge. Sin embargo, la concepción adoptada en el nuevo siglo responde a la esperanza de reparar parte de los daños.
El papel deambula en el aire, la leve brisa del viento lo traslada sin rumbo hasta que finalmente cae en la calle. Luego el mismo aire lo llevará hasta la canaleta donde se amontonará junto a otros  desechos que no podrán atravesar el desagüe. La acción parece ser insignificante al lado de otros desastres. Sin embargo, también incide en los padecimientos ecológicos que tiene que soportar la tierra.

Una forma de empezar a revertir los problemas ambientales es a través de la toma de conciencia. Y a pesar de que el 15 de diciembre de 1972, la Asamblea General de Naciones Unidas reunida en Estocolmo, estableció el 5 de junio como el Día Mundial del Medio Ambiente, sólo años después comenzaron a establecerse alternativas que ayuden a disminuir la contaminación.

Como muestra, Argentina recién en 1992 dio un gran avance en materia legislativa sobre los efectos que podría causar la exploración de hidrocarburos, a través de la aplicación de la resolución 105/92 por parte de la Secretaría de Energía.

“Apruébense las normas y procedimientos para proteger el medio ambiente durante la etapa de exploración y explotación de hidrocarburos”, establece la norma. Constituyó uno de los más importantes avances con respecto a los cuidados que deben tener las industrias para poder explotar en el país.

PROBLEMAS REGIONALES

En diálogo con Diario Patagónico, el profesor de microbiología general de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco (UNPSJB), Oscar Pucci explicó los principales problemas ambientales que se viven en Comodoro Rivadavia, a causa de los derrames que se producen en la actividad petrolera.

“Hay dos tipos de consecuencias que tenemos que ver. A corto plazo hay una contaminación visual muy importante que nos lleva a que se hagan trabajos muy rápidos y se retiren suelos, pero ahí aparece otro posible problema que son los posibles focos de desertificación”, señaló.

“En general la contaminación por petróleo produce problemas importantes en la flora y en la fauna que pasado los primeros quince días deja de tener una toxicidad elevada, pero sí quedan otros compuestos que son los hidrocarburos poli aromáticos que son tóxicos y la legislación vigente da limites muy extractos para estos compuestos”, explicó.

El profesional que participó del proyecto binacional que realizó la UNPSJB con el centro de medioambiente Welmholtz Zentrum Für Umwelfforsehung GmbH Leipzing Halle, de Alemania, no duda en afirmar que a partir de la resolución 105/92 se comenzó a avanzar en materia de contaminación.

“A partir de esto se empezó a cambiar la visión y hemos avanzado muchísimo con leyes nacionales y el ordenamiento que se ha hecho en provincia de Chubut y Santa Cruz, pero hay que ser conscientes de que los problemas que se generaron en cien años de explotación petrolera no se van a eliminar en dos o tres años”, evaluó.

INDICES DE DESERTIFICACION

Los problemas ambientales no sólo repercuten en los centros urbanos, sino que por el contrario las zonas rurales también se ven afectadas por diferentes actividades que realiza el hombre para generar dinero.

De esa forma, la actividad ganadera a través del pastoreo de los animales y la preparación del terreno para la actividad petrolera repercuten de manera negativa en la vegetación de la cuenca del Golfo San Jorge.

La UNPSJB realizó un proyecto a través de la Facultad de Ciencias naturales, donde se determinó que alrededor de 1.550.000 hectáreas poseen sólo un 20 por ciento de vegetación. “La desertificación es el principal problema de la Patagonia ambiental, eso es declarado por diferentes convenciones internacionales”, explicó la licenciada en medioambiente Gabriela Mendos, integrante del staff que participó del proyecto encabezado por el doctor Miguel Angel Bertolami.

La estimación se realizó a partir de imágenes satelitales tomadas en la cuenca del golfo San Jorge, sobre una superficie total de 3.100.000 de hectáreas. “La plantas son sitios de refugios para todas otras especies de animales. Hay un montón que no son vacas y ovejas y que nadie las considera”, afirmó Mendos.

El problema tiene una raíz histórica debido a que se da a partir de la influencia de diferentes industrias, pero al mismo tiempo sus consecuencias repercuten sobre estas mismas, argumentó la especialista. “Más que nada afecta al productor. Hay gente que deja el campo, encima ahora ganan más por la actividad petrolera que lo que ganan con las ovejas, la gente se dedica a que le paguen por la extracción del petróleo”, sostuvo.

Mendos también manifestó que la solución no implica un cese de actividad sino lograr un equilibrio equitativo para el medioambiente. “Hay algunas geoformas como pueden ser serranías o las zonas del mar que naturalmente no tienen vegetación, es decir que puede haber pastoreo y actividad petrolera, pero el desafío es que sea de manera sustentable. No todo es culpa del productor”, sentenció.

Las aves del golfo y su necesidad de protección

En la cuenca del Golfo San Jorge habitan alrededor de cuatro mil aves. La gran cantidad de estos plumíferos habita en forma constante en la zona, aunque también existen especies migradoras.

Sin embargo, el avance del hombre sobre las tierras y el mar produce que muchas de esas aves pierdan su lugar de conversación, peligrando su supervivencia y modificando las costumbres de los animales.

De esa forma, se genera la necesidad de crear una reserva que proteja a las aves que habitan en la zona de Comodoro Rivadavia. Para esto, se reunieron las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) Nehuen Patagonia y Asociación Patagónica Ornitológica.

“No hay ninguna reserva urbana en Comodoro y acá llegan a haber cuatro mil aves y hay algunas que son migradoras que necesitan el hábitat porque descansan ahí. Y obviamente si no está ese lugar quizás a algún otro lugar vaya”, destacó la licenciada Gabriela Mendos, integrante de la ONG Nehuen Patagonia.

La ciudad del petróleo ha sido considerada a nivel mundial como un sitio AICA (Area Importante para la Conservación de las Aves), según la clasificación de Birdlife International.

Así, los avances del hombre sobre el mar muchas veces no significan una forma de evolución, debido a que perjudican parte del hábitat natural de las especies que conviven en el mundo.

Una carrera que apunta al cuidado ambiental

Hace más de una década, en la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, se creó la carrera Licenciatura en Gestión Ambiental, que está firmemente comprometida con los propósitos del cuidado del Medio Ambiente.

En esa carrera se forman profesionales con capacidad de insertarse en la comunidad de Comodoro Rivadavia y la región para el logro de una gestión sostenible y equitativa del ambiente.

Se forman profesionales con habilidades de intervenir en situaciones ambientales desde un enfoque integral, con una mirada que contempla el ambiente físico-natural y el político-social como un todo inseparable.

La formación teórico-práctica de grado los prepara para dirigir y/o participar en equipos multidisciplinarios para la elaboración de programas y proyectos de prevención y planificación ambiental de los efectos de las actividades humanas sobre el medio ambiente y viceversa.

Coordinar y/o participar en equipos multidisciplinarios para llevar a cabo investigaciones y evaluaciones de impacto ambiental.

Participar e intervenir desde la gestión en grupos interdisciplinarios de estudios de saneamiento, restauración y riesgo ambiental.

Asesorar técnicamente a entidades y organizaciones públicas y/o privadas sobre los efectos o impactos ambientales que pueden producir sus acciones.

Analizar políticas ambientales, públicas y privadas, nacionales e internacionales.

Localizar, interpretar, procesar y generar información ambiental con el apoyo de la fotogrametría, teledetección y sistemas de información ambiental y geográfica, entre otras.

Participar en la confección e implementación de códigos de ordenamiento, normas y/o regulaciones de índole ambiental.

Desarrollar una actitud responsable y cooperativa que le permita asumir el compromiso social que conlleva su práctica profesional.

Realizar el seguimiento y control, a través de técnicas y métodos específicos de actividades susceptibles de afectar el equilibrio ecológico de las comunidades, naturales y culturales.

Realizar la aplicación y/o seguimiento en la ejecución de Sistemas de Gestión Ambiental en vinculación con otros Sistemas (calidad y/o seguridad e higiene) existentes dentro de la empresa o institución en la que se encuentre.

Aplicar e interpretar las normas legislativas nacionales, provinciales y municipales, en temas vinculados a la política y administración ambiental.

Generar y/o dirigir proyectos referidos a prevención y educación ambiental.

Organizar y/o realizar el seguimiento de Sistemas de Gestión Ambiental, aplicables en el ámbito privado o público.